Lo más destacado es que el número de personas fallecidas en autopista o autovía bajó un 46% (seis menos), mientras que el de carreteras convencionales aumentó un 21% (ocho más).

El coche fue el medio de desplazamiento con mayor número de personas fallecidas (33), esto es, seis más en relación a la Navidad de 2022-23. Tres personas que viajaban en automóvil perdieron la vida en autopista o autovía y 30, en carretera convencional.

Un 28% de las personas fallecidas (15, concretamente) eran colectivos vulnerables -peatones, ciclistas, usuarios de vehículo de movilidad personal, ciclomotoristas y motoristas-, de las cuales 10 se desplazaban en moto, único medio vulnerable que aumentó la siniestralidad navideña en el último cuatrienio. Un motorista falleció en autopista o autovía y nueve, en carretera convencional.

En cambio, murieron cinco peatones (uno en autopista o autovía y cuatro en carretera convencional), la mitad respecto a la Navidad anterior.

TIPOS DE SINIESTRO

La salida de vía es el tipo de siniestro con mayor número de personas fallecidas (22), por delante de las colisiones frontales (17).

La franja de 65 y más años es el grupo etario con mayor número de personas fallecidas (12), dos menos que en las fechas navideñas de 2022-23. En cambio, la mortalidad de jóvenes de 15 a 24 años se incrementó hasta 10 personas fallecidas, cinco más.

Doce víctimas mortales no llevaban el dispositivo de seguridad en el momento del siniestro, la cifra más alta de las últimas cuatro Navidades: dos motoristas sin casco, y 10 usuarios de coche y furgoneta sin cinturón de seguridad.

El 30 de diciembre fue el día más trágico, con ocho personas fallecidas. En cambio, el 29 de diciembre no hubo ninguna víctima mortal.

Galicia (12) y Andalucía (10) resultaron ser las regiones con más personas muertas en siniestros de tráfico durante las pasadas Navidades.