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  • Julio Monteverde o el placer de vagar por las palabras

    El surco abierto por Julio Monteverde (Cartagena, 1973) en su primer libro, ‘La luz de los días’ (La Torre Magnética, 2002) ya presagia lo que se convertirá en el origen al que volver una y otra vez en sus poemas: la sombra, el doble, el ser otro (“la desesperación de no poder ser otro”), el espejo y el subrayado de la presencia corpórea/identitaria del yo haciendo uso del pronombre (“yo he obs

  • “Hay que crear ese mundo interior que permanezca ajeno a la estulticia”

    La poesía de Noelia Illán (Cartagena, 1983) rezuma la sensualidad de los días de estío, y si hace frío abre la ventana para que la melancolía alumbre la estancia interna. Sus versos abrazan o rasguñan a partes iguales, en cualquier caso se quedan en la piel.

  • Wells, el hombre que inventó el futuro

    Con 32 años, H. G. Wells (Bromley, 1866-Londres, 1946) ya había publicado cuatro clásicos incontestables: ‘La máquina del tiempo’, ‘La isla del doctor Moreau’, ‘El hombre invisible’ y ‘La guerra de los mundos’. Casi nada.

  • “El silencio solo beneficia al verdugo”

    Es una de nuestras mejoras fotoperiodistas. Judith Prat (Altorricón, Huesca, 1973), licenciada en Derecho, descubrió pronto el poder de la imagen para contar algunas de las realidades con las que se encontraba.

  • Cuando la salvación, a pesar de todo, es un hecho

    Aceptar (se) en el lugar de lo que no fue amado, ocupando un espacio en la secuencia del capricho. Dar (se) hasta el extremo a quien entona con desgana el nombre del amor. Convertirse para el otro en objeto de aniquilación absoluta, que la palabra que se recibe sea metralla, zarza agreste, amenaza, imperativo. Que la palabra que se devuelva se malverse, se pervierta.

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